06

Agosto

Cuitzeo sí sabe

Felipe Reyes Espinosa- Tostado de charal

 

Delicias gastronómicas, paisajes que enamoran y artesanías que conquistan pupilas guarda Cuitzeo del Porvenir, en donde Felipe Reyes nos compartió a la orilla del lago, su amor por la cocina y por este pueblo que se encuentra a unos minutos de la capital michoacana.

Felipe Reyes Espinosa nos dio los secretos de uno de los platillos tradicionales en esta zona, el tostado de charal, y también nos relató que detrás de ese lago que ha sido sustento para muchas de las familias existe mucha falta de conciencia para cuidarlo.

Una de las grandes bellezas de Cuitzeo, su lago, pasa por una crisis que no se había tenido desde 1998, por lo que el cuidado de este lugar es necesidad de los habitantes y de los turistas.

La maravilla de la naturaleza se impone, y los charales siguen alimentando a muchas familias y visitantes a la “Villa de Cuitzeo del Porvenir”, donde el trinar de los pájaros y la frescura del lago dejan una experiencia inolvidable para los que pisan esta tierra.

En invierno llegan desde Canadá, patos, pelícanos y golondrinas. Mientras que los tules que echan su raíz en las orillas del lago, son materia prima para las artesanías que dan colorido a este bello pueblo: petates, cestos, canastos y sombreros, lucen en las calles de Cuitzeo, donde las casitas pintadas de rojo y blanco dan cálida bienvenida a los que llegan.

De lo que fuera un centro funerario prehispánico, nació después una comunidad con riqueza cultural ya que los purépechas conquistaron este espacio al que más tarde llegaron los españoles, con la evangelización al estilo de los agustinos, quienes construyeron el convento de Santa María Magdalena en 1550, uno de los lugares que no se pueden dejar de visitar en Cuitzeo.

Pinturas murales y una biblioteca con textos monásticos antiguos son parte del ahora exconvento, mismo que también abrió sus puertas al Museo de la Estampa, con obras de artistas como Alfredo Zalce y Guadalupe Posada.

La belleza monumental de Cuitzeo también se encuentra en el Palacio Municipal, el Portal Hidalgo, y el Templo del Hospital Franciscano, conocido como El Hospitalito.

Respirar tranquilidad desde la zona arqueológica de Tres Cerritos, a cuatro kilómetros del pueblo es otro de los placeres que no se pueden dejar ir, si vas al bello pueblo de alma purépecha.

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